Frente a la COVID-19 en constante cambio, los medios tradicionales de afrontarla resultan poco efectivos.
El profesor Huang Bo y el equipo de Qin Chuan de la CAMS (Academia China de Ciencias Médicas) descubrieron que los macrófagos alveolares dirigidos eran estrategias eficaces para el control temprano de la infección por COVID-19 y encontraron dos fármacos de uso común en el modelo murino de COVID-19. Los resultados relevantes de la investigación se han publicado en línea en la revista académica internacional Signal Transduction and Targeted Therapy.
“Este estudio no solo proporciona un tratamiento seguro y eficaz para la COVID-19, sino que también es un intento audaz de ‘reutilizar medicamentos antiguos para nuevos usos’, lo que proporciona una nueva forma de pensar para elegir medicamentos para la COVID-19”, enfatizó Huang Bo en una entrevista con el reportero del diario de ciencia y tecnología el 7 de abril.
Al igual que un globo, el alvéolo es la unidad estructural básica del pulmón. La superficie interna del alvéolo se denomina capa surfactante pulmonar y está compuesta por una fina capa de grasa y proteína que mantiene el alvéolo extendido. Esta membrana lipídica aísla el exterior del interior del cuerpo. Las moléculas de fármacos presentes en la sangre, incluidos los anticuerpos, no pueden atravesar la capa superficial alveolar.
Aunque la capa surfactante alveolar aísla el exterior del interior del cuerpo, nuestro sistema inmunitario cuenta con una clase de fagocitos especializados, llamados macrófagos. Estos macrófagos penetran la capa surfactante alveolar y pueden fagocitar las partículas y microorganismos presentes en el aire inhalado, manteniendo así la limpieza de los alvéolos.
Por lo tanto, una vez que el COVID-19 entra en los alvéolos, los macrófagos alveolares envuelven las partículas virales en su membrana celular superficial y las absorben en el citoplasma, donde se encapsulan las vesículas del virus, llamadas endosomas. Huang Bo explicó que los endosomas pueden transportar las partículas virales a los lisosomas, un punto de eliminación de desechos en el citoplasma, para descomponer el virus en aminoácidos y nucleótidos para su reutilización celular.
Sin embargo, la COVID-19 puede utilizar el estado específico de los macrófagos alveolares para escapar de los endosomas y, a su vez, utilizar a los macrófagos para autoduplicarse.
Clínicamente, los bifosfonatos como el alendronato (AlN) se utilizan en el tratamiento de la osteoporosis al actuar sobre los macrófagos; el glucocorticoide dexametasona (DEX) es un antiinflamatorio de uso común. Huang Bo afirmó que se descubrió que la DEX y el AlN pueden bloquear sinérgicamente la salida del virus de los endocitosomas al actuar sobre la expresión de CTSL y el pH de los endosomas, respectivamente.
Dado que la administración sistémica es difícil debido a la obstrucción de la capa superficial activa de los alvéolos, Huang Bo explicó que el efecto de esta terapia combinada se logra parcialmente mediante un aerosol nasal. Además, esta combinación también puede desempeñar un papel antiinflamatorio hormonal. Esta terapia en aerosol es simple, segura, económica y fácil de promover. Representa una nueva estrategia para el control temprano de la infección por COVID-19.
Hora de publicación: 15 de abril de 2022