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Actualmente, la tecnología de inteligencia artificial analiza datos médicos complejos mediante algoritmos y software para aproximarse a la cognición humana. Por lo tanto, sin la intervención directa de un algoritmo de IA, la computadora puede realizar una predicción directa.
Se están produciendo innovaciones en este campo a nivel mundial. En Francia, científicos utilizan una tecnología llamada "análisis de series temporales" para analizar los registros de admisión de pacientes de los últimos 10 años. Este estudio puede ayudar a los investigadores a determinar las normas de admisión y a utilizar el aprendizaje automático para crear algoritmos que puedan predecir dichas normas en el futuro.
Estos datos se proporcionarán eventualmente a los administradores de los hospitales para ayudarlos a predecir la “lista” de personal médico necesario en los próximos 15 días, brindar más servicios de “contraparte” para los pacientes, acortar su tiempo de espera y ayudar a organizar la carga de trabajo del personal médico de la manera más razonable posible.
En el campo de la interfaz cerebro-computadora, puede ayudar a restaurar la experiencia humana básica, como la función del habla y la comunicación perdida debido a enfermedades y traumas del sistema nervioso.
La creación de una interfaz directa entre el cerebro humano y la computadora sin utilizar un teclado, monitor o ratón mejorará significativamente la calidad de vida de los pacientes con esclerosis lateral amiotrófica o lesión cerebral.
Además, la IA también es un componente importante de una nueva generación de herramientas de radioterapia. Permite analizar el tumor completo mediante una biopsia virtual, en lugar de una pequeña muestra de biopsia invasiva. La aplicación de la IA en el campo de la radioterapia permite utilizar algoritmos basados ​​en imágenes para representar las características del tumor.
En la investigación y el desarrollo de fármacos, basándose en el big data, los sistemas de inteligencia artificial pueden extraer y seleccionar fármacos adecuados con rapidez y precisión. Mediante simulación por computadora, la inteligencia artificial puede predecir la actividad, la seguridad y los efectos secundarios de los fármacos, y encontrar el fármaco más adecuado para la enfermedad. Esta tecnología acortará considerablemente el ciclo de desarrollo de fármacos, reducirá el coste de nuevos fármacos y mejorará la tasa de éxito en su desarrollo.
Por ejemplo, cuando a alguien se le diagnostica cáncer, el sistema inteligente de desarrollo de fármacos utilizará las células normales y los tumores del paciente para instanciar su modelo y probar todos los fármacos posibles hasta encontrar uno que pueda destruir las células cancerosas sin dañar las normales. Si no encuentra un fármaco eficaz o una combinación de ellos, comenzará a desarrollar un nuevo fármaco que pueda curar el cáncer. Si el fármaco cura la enfermedad, pero aún presenta efectos secundarios, el sistema intentará eliminarlos mediante los ajustes correspondientes.